Foto: Alex Vidal Brecas, Díptico de Letargo Revista.
Verónica Garay Reyes y Francisca Burgos impulsan en Barcelona la distribución de libros y fanzines fotográficos de artistas chilenos e intentan dar visibilidad al arte trasandino. Ambas relatan la casualidad en el nacimiento del proyecto que reúne el trabajo de alrededor de cincuenta fotógrafos, las singularidades de sus historias personales y los objetivos como colectivo de difusión artística.
La necesidad de registrar imágenes nos persigue desde los orígenes mismos de la sociedad organizada, incluso antes. La idea de dejar plasmado un momento, una acción, un símbolo, parece ser algo muy humano y la fotografía representa la culminación de ese deseo tan antiguo como mágico. Verónica Garay Reyes y Francisca Burgos se conocieron por azar en una feria de publicaciones y desde entonces fue naciendo, casi sin querer, el proyecto FACzine, que poco a poco fue tomando forma hasta convertirse en algo tangible y real y que intenta dar visibilidad a artistas de la fotografía de Chile, pero en España.
FACzine y la fotografía
Vero y Pancha, como las nombran las personas que las rodean, despliegan con pasión y orgullo una veintena de publicaciones sobre la mesa de bar que nos reúne. Libros elegantes, oscuros, pequeñas publicaciones desconocidas para la elite fotográfica, libros rosas, verdes, con imágenes intensas, algunas desenfocadas, fotos bordadas, primeros planos de cuerpos, fotos cargadas de sentido. Principalmente fotos de personas, los libros y fanzines que distribuye FACzine son publicaciones donde el ser humano dice presente.
La llegada a Barcelona de Vero y Pancha tiene matices y momentos distintos y el cruce artístico las unió para comenzar a trabajar de manera conjunta. “Estoy desde 2022 acá, me vine por otras cosas, me vine porque se me arruinó la vida y me escapé para acá que es donde vive mi mamá hace muchos años”, adelanta Pancha que cuenta que es de Patagonia, aunque ha estado siempre viajando y que se ha movido por todas partes en Chile antes de llegar a Barcelona.
En cambio, Vero llegó a España en abril de 2023 y cuenta que aunque nació en Ezeiza, Argentina, rápidamente su familia se trasladó a Santiago de Chile y creció en Valparaíso, allí donde conviven el mar y la montaña. En la conocida Joya del pacífico formó su red de contactos en el mundo de la fotografía y mientras trabajaba como diseñadora gráfica decidió migrar a España. “Yo ya tenía contacto con Pancha y antes de venirme le dije a algunas colectividades que me pasen algunos libritos que podría pasar algo”, agrega.
Singularidades
El origen de FACzine se encuentra en junio de 2023, ese verano ambas comenzaron de manera natural a dar forma a un proyecto fotográfico que hoy las encuentra participando de varias ferias y actividades en el ámbito artístico y cultural. “Yo participaba de una feria y la invité a Vero, ella recién llevaba unos meses acá y traía muchos libros de Chile. Tuvimos buena llegada con los libros, las fotos y las revistas sobre la mesa, entonces dijimos ‘¿y si hacemos esto?’, porque no había mucho referente chileno y no se abordaba tanto”, recuerda Pancha mientras Vero sonríe.
Pancha tiene una mirada intensa, profunda, y asegura que más que fotógrafa se considera artista y que explora además el mundo de la pintura, la escritura y la expresión en general. Sobre las actividades recientes de FACzine detalla que realizaron una expo en Català-Roca que es un espacio de fotografía con más de 25 años de trayectoria, donde estuvieron mostrando el trabajo de cuatro artistas que están dentro de su catálogo y la charla final la realizó Vero junto a Boris Mercado de MitMaq ediciones, que es una plataforma de creación colectiva de fotolibros latinoamericanos.
La mirada de Vero es transparente, y habla con una calma contagiosa mientras observa los fanzines que descansan sobre la mesa, como admirándolos. “Organizamos junto a Mitmaq una feria que se llama Furia Migrante, que reunió a 27 proyectos de fotografía y publicaciones en CantinaLab de Can Batlló”, detalla.
La importancia del colectivo
La red de fotógrafos y fotógrafas de Chile de Vero ayudó a que el proyecto comenzara con una base sólida, algo fundamental en todo emprendimiento. Hoy trabajan con diferentes lenguajes, algunos más clásicos como fotolibros y otros más experimentales. “Comenzamos trayendo una maleta con libros, y siempre nos traen desde allí, así vamos actualizando y sumando autores a nuestro catálogo”, cuentan.
La difusión de los artistas chilenos dentro del catálogo de FACzine se da principalmente en el fundamental cara a cara, sobre todo en la participación de ferias donde el público catalán ha recibido con entusiasmo una mirada diferente de la realidad. Una particularidad que intentan transmitir con su catálogo y que las diferencia de otros proyectos fotográficos es la interpelación. “No se trata de fotos hegemónicas, te mueven el piso, no te dejan así nomás”, afirman.
Su catálogo
“En definitiva las fotografías con las que trabajamos te cuestionan, por ejemplo el trabajo de Carla Yovane con Tiempo de vals que habla de la prostitución masculina, que ocurre en todas partes del mundo, lo que sucede es que son más marginales, esa fragilidad del hombre, esa vulnerabilidad que muestra su trabajo, esa ternura…”, detalla Pancha mientras pasea sus dedos por las páginas del libro con cuerpos de hombres desnudos, con camas deshechas y ropa en el suelo. También se destacan La herida del hombre de Claudio Albarán Briso, o el proyecto Mucha Lucha de Macarena Vio.
En su catálogo se encuentran también publicaciones experimentales donde se trabaja con texto y donde la fotografía y escritura conviven y se complementan. FACzine tiene como premisa respetar la propuesta del autor y según sus propias fundadoras el proyecto se trata de una plataforma de difusión y distribución de fotografía chilena en España. Ambas aseguran que sus objetivos a mediano y largo plazo están fijados en que trascienda al público chileno, ya que en las exposiciones suelen ir personas de Chile o latinoamericanos, por lo que la inclusión del público catalán y europeo y la ruptura de esa barrera es un móvil que las mantiene activas. Asimismo se proponen ampliar el proyecto a otros países de Europa y más a largo plazo tener un espacio físico donde poder trabajar, dar talleres y generar comunidad.
Historias personales
Los inicios de ambas en el mundo de la fotografía también son bien dispares. Vero se autodefine como autodidacta y cuenta que en la escuela de diseño tenía un estudio de fotografía que la cautivó, y allí comenzó a conocer gente cercana a las colectividades de mujeres fotógrafas en Valparaíso. Luego realizó un máster en investigación y creación de la imagen, lo que le abrió un panorama diferente sobre todo en la investigación interdisciplinaria entre arte y ciencia y a nivel cultural, en sí en lo que representa la construcción de la imagen. Luego continuó formándose en diferentes talleres tanto de técnica como de práctica y de investigación.
Pancha por su cuenta tiene una historia bien curiosa. Según ella misma, la fotografía llegó a su vida “de repente”, aunque siempre había tenido una inquietud. A los 16 años tuvo apendicitis, luego se enfermó y pasó mucho tiempo en el hospital. Allí la visitaba la pareja de su hermano que era fotógrafa y le llevó una cámara para que pudiera abstraerse un poco de la realidad hospitalaria. “Ahí empecé a sacar fotos a pliegues y cosas que había en la habitación, detalles de las sábanas y texturas”, recuerda.
Identidad
El espíritu de FACzine está ligado a colaborar con otros espacios de creación y difusión artística, trabajar codo a codo con otros colectivos hace no solo que el proceso sea más simple, sino que se generen lazos que promueven eventos, proyectos e ideas en conjunto que a su vez aportan diversidad y riqueza. “Ahora estamos trabajando con la editorial Muga y tenemos algunos libros de ellos, que son chilenos y españoles y que hacen sobre todo ensayo fotográfico, sobre ensayos sobre la imagen, más de investigación”, resaltan.Tanto Vero como Pancha avanzan en su proyecto de generar un espacio que aporte a la cultura chilena y su difusión en España, aprovechando que es un terreno poco explorado y haciéndose valer de sus capacidades e inquietudes. FACzine nace y se desarrolla intentando no solo compartir fotografías y difundir la creatividad, sino, sobre todo, transmitir un lenguaje visual.
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